Xavier es otro de los jóvenes que, en su niñez, fueron víctimas de los abusos de Sixto. Creció en el hospicio de Villa de Santo, donde conoció a Christian, un joven con quien compartía su repudio por el director. Xavier es un joven inseguro y temeroso. Cuando el hospicio cierra, Xavier acude a una Fundación donde atienden casos de abuso con el fin de restaurar su vida e intentar sanar el dolor y el odio que hay en su corazón.